Hechizo de estar viva

Me gusta poner flores en jarrones
y cocinar en ollas familiares.
Un buen café y un cigarrillo matutinos.
La Biblia abierta en el cantar de los cantares.
Amo las cartas a punto de ser enviadas
y ansío las a punto de ser recibidas.
Suspiro olor a pasto recién cortado
en la tarde de un sábado.
Añoro los juguetes de madera,
y las muñecas de trapo de mi abuela.
Me aferro a historias
que humedecen mis ojos,
mientras sonrío.
Soy irreverente ante lo que es debido
y reverente ante el amor
(aún mal habido).
Respiro a medio día en las cocinas,
con cierto dejo de lujuria.
Camino bajo la lluvia
con nostalgia de otras lluvias.
Prefiero los planos horizontales,
que invitan a vivir,
como las mesas, las camas
o el suelo en que caminas,
por sobre los planos verticales
como las murallas, rejas o portones,
que encierran, detienen, determinan;
(debo reconocer también
un cierto agrado,
por algunos planos inclinados
que se yerguen con afán de proteger
como las cordilleras y tejados).
De todas las texturas, privilegio la piel;
de las temperaturas, la tibieza;
de las consistencias, la firmeza
(reconozco cierto desliz por la blandura,
especialmente en las caricias).
Adoro las sonrisas
los abrazos apretados,
las miradas fijas.
Extrañaré por siempre
los niños en mi cama
en las mañanas de domingo.
Y pese a mi adicción
por la melancolía,
soy una enamorada empedernida,
subyugada ante el hechizo de estar viva.

domingo, diciembre 30, 2007

Sencillo reencuentro


No hay nada más hermoso que la memoria. En ella habita, fortalecido, lo mejor de nuestras vidas y duerme en un sopor lo más difícil. Para uno de estos rebrotes de memoria que asoman desde un bosque de olvidos, este pequeño regalo:

Sencillo reencuentro

No te preocupes.
No voy a proponerte que huyamos.
Ni siquiera que me mires de otro modo,
ni caminar por el parque de la mano.

Sólo quiero que tomemos un café,
que me cuentes de tu vida, de estos años.
Sólo quiero buscar allá en tus ojos,un destello del muchacho aquel que amé.

lunes, diciembre 17, 2007

Gracias, por esa hermosa noche en Lisboa


Un maravilloso amigo español, me invitó a soñar con un paseo por Lisboa. Él me contó el sueño, en palabras sencillas y encantadoras. Yo se lo cuento a él en estos versos.


Una noche en Lisboa

Me has invitado a un sueño:
caminar bajo la luna de Lisboa.
Yo subiré a una nube
y tú tirarás de ella.
Descenderé junto al sol,
sobre el puente del Tajo.
Caminaremos juntos
por la orilla del río
hasta llegar a un punto
que nos cobije el alma.
Allí,
beberemos el vino
que embriagará la noche
y reiremos.
Conversaremos largo
sobre cosas pequeñas.
Sonreiremos,
sencillos, como niños.
Y ya en la madrugada,
abordaré mi nube
de retorno a mi tierra.
Tú volverás a España.
Pero a partir de entonces,
el cielo de Lisboa
vivirá en nuestros ojos
y una lágrima mía
se unirá a alguna tuya
en las aguas del Tajo.

martes, septiembre 25, 2007

Tu alma convocó a las melodías...


Hijo, de tus manos brota luz

Hijo,
de tu manos brota luz.
Saltan como duendes los sonidos
y danzan en tu entorno
formando remolinos
de colores.
Hijo,
eres un semillero
de canciones.
Tu alma convocó a las melodías,
les dio las bienvenida,
las llenó de ilusiones;
brillantes emergieron de tus manos,
convertidas en pájaros cantores.
Hijo,
la paz de tu mirada
se convierte en un sueño
cuando emerge la plácida armonía
de un acorde trenzado entre tus dedos.
Cada sonido
es una estrella
que cae de tus ojos.
Hijo,
eres un alquimista
que tornó
sueños en sones.
Hijo,
Te has convertido en hombre
aquí a mi lado,
llenando de música mis días.
Agradezco a la vida, por tus dones.

Hija

Hija
Tus ojos pardos
Se fijaron en mi
antes de que nacieras.
Quería que vinieras.
Que estuvieras aquí.
Decidiste llegar en primavera.
Un carnaval de flores y sonrisas
Inauguró la fiesta de tu espera.
Mi corazón en pleno te aguardaba
y salió a recibirte hasta la puerta
y saludaste al mundo con voz firme
anunciando en tu mirada certera
que mostraba en destello ineludible
el amor por la vida que trajeras
y que a fuerza de luz grabó indeleble
un sencillo mensaje en mi bandera:
soy tu incondicional inconfundible.

Hechizo de estar viva


Hechizo de estar viva

Me gusta poner flores en jarrones
y cocinar en ollas familiares.
Un buen café y un cigarrillo matutinos.
La Biblia abierta en el cantar de los cantares.
Amo las cartas a punto de ser enviadas
y ansío las a punto de ser recibidas.
Suspiro olor a pasto recién cortado
en la tarde de un sábado.
Añoro los juguetes de madera,
y las muñecas de trapo de mi abuela.
Me aferro a historias
que humedecen mis ojos,
mientras sonrío.
Soy irreverente ante lo que es debido
y reverente ante el amor
(aún mal habido).
Respiro a medio día en las cocinas,
con cierto dejo de lujuria.
Camino bajo la lluvia
con nostalgia de otras lluvias.
Prefiero los planos horizontales,
que invitan a vivir,
como las mesas, las camas
o el suelo en que caminas,
por sobre los planos verticales
como las murallas, rejas o portones,
que encierran, detienen, determinan;
(debo reconocer también
un cierto agrado,
por algunos planos inclinados
que se yerguen con afán de proteger
como las cordilleras y tejados).
De todas las texturas, privilegio la piel;
de las temperaturas, la tibieza;
de las consistencias, la firmeza
(reconozco cierto desliz por la blandura,
especialmente en las caricias).
Adoro las sonrisas
los abrazos apretados,
las miradas fijas.
Extrañaré por siempre
los niños en mi cama
en las mañanas de domingo.
Y pese a mi adicción
por la melancolía,
soy una enamorada empedernida,
subyugada ante el hechizo de estar viva.

Esta es la buena nueva...



Hace ya un buen tiempo que no abría este espacio para mirar dentro de mi. Han pasado en este tienpo muchas cosas. Entre ellas, en estos días se ha retirado el invierno y ha llegado la primavera... la recibo con los brazos abiertos:




Primavera

Esta es la buena nueva:
florecieron los cerezos y manzanos
e imbatible volvió la primavera
y contrastan los altos campanarios
con la magnificente cordillera.
Vuelve la luz
y con ella los magnolios
lanzan sus pinceladas
contra el cielo
elevando banderas y cometas,
desafiando a los grises de otro tiempo.
Rompe la nevazón del frío invierno,
el sol con su calor y su consuelo
multiplican esteros y riachuelos
y el agua transparenta sentimientos.

sábado, julio 21, 2007

Mi casa es un espacio abierto...


.. gracias por volver siempre.


Mi casa es un semillero

Mi casa es un semillero
de jóvenes peregrinos,
que recorren sus caminos
en busca de mil sabores
y cada tantos fragores,
se detienen en mi puerta,
retornando en tibia siesta
a recordar sus amores.
Mi casa brinda el alero
deseado bajo la lluvia,
el bracero en noche fría
y la sombra bajo el sol.
Aquí retornan mil veces
los que un día fueron niños,
a regar con su cariño
mis certidumbres de vieja,
transmutándome las quejas
en asombros e incertezas,
que me renuevan la vida
y me devuelven pureza.

Milanés... también a ti te amo


Porque siempre encuentro en ti las palabras con que yo quisiera expresarme...

Ámame como soy

Pablo Milanés

Ámame como soy, tómame sin temor
tócame con amor, que voy a perder la calma.
Bésame sin rencor, trátame con dulzor
mírame por favor que quiero llegar a tu alma.

Amar es un laberinto que nunca había conocido
desde que yo di contigo quiero romper ese mito.
Quiero salir de tu mano venciendo todos los ritos
quiero gritar que te amo y que todos oigan mi grito.

Ámame como soy, tómame sin temor
tócame con amor, que voy a perder la calma.
Bésame sin rencor, trátame con dulzor
mírame por favor que quiero llegar a tu alma.

Lo bello es lo que ha nacido del más puro sentimiento
lo bello lo llevo dentro, lo bello nace conmigo.
Yo quiero sientas conmigo tan bello como yo siento
juntar esos sentimientos y hacer más bello el camino.

domingo, julio 15, 2007

En homenaje a los viejos amores...


Nada es más hermoso que cerrar los ojos y recordar los buenos momentos de un amor de antaño. Permitir que fluyan, que nos invadan y que en forma irreverente nos arranquen, sin permiso, una sonrisa.

En homenaje a los viejos amores...

Amor de antaño

Hace ya más de mil años que temblé,
cuando acercaste tus manos a mis pechos.
Hace mil, tal vez dos mil o cinco mil
Y aún tiemblo si lo pienso.

Hace ya una eternidad que tu recuerdo
se pasea irreverente por mi lecho,
y me mira, me toma de los hombros.
Y aún lato si te tengo.

Hace ya una historia entera que me invades
confundiéndome en nostalgias y en deseos.
Aún distingo claramente dos olores:
la humedad de la tierra y nuestros cuerpos.

Hace ya cinco mil años que yo sé
que jamás volveré a sentir tu abrazo.
No me importa, te tengo cada vez
que sueño con tus ojos y tus manos.

miércoles, julio 11, 2007

Secreto


Ese espacio secreto en que me guardas,
al que nadie tiene acceso sino yo,
es el templo en que me honras vida mía
allí sólo reinamos tú y yo.
Allí soy el motivo de tus sueños,
soy el libro de tu vida en un cantar
el más dulce de todos tus amores,
la sonrisa que no puedes explicar.
Yo soy la reina amor, de tus pasiones,
yo soy la dueña de todo tu sentir.
Yo soy allí, la mujer de tu alma,
la mejor de las armas, para querer vivir.
Soy la fuente de todos tus placeres,
un perfume imposible de olvidar,
soy un motivo para ti, cada día,
un impulso que no puedes evitar.
Soy tu secreto, amor, el más oculto,
un potente chispazo de ansiedad,
soy la lágrima que brota irreverente,
cuando miras de frente,
nuestra inmensa verdad.

lunes, julio 09, 2007

Discupen la insolencia... he escrito unos sonetos


Respiré profundo y me di ánimo para atreverme a emprender la insolente y atrevida tarea de escribir un soneto. Aquí está el fruto de mi osadía. Aún verdes, sin pulir, sin segunda lectura me atrevo a ponerlos a la luz, para que crezcan y maduren...


CINCO SONETOS DE DESAMOR


Soneto I

Vértigo

Fueron tus ojos claros un remanso
donde mi vida ancló por accidente.
Fue tu mirada un vértigo insistente,
que me llama hacia ti, aún sin descanso.
A pesar de la calma con que avanzo
voy con certeza hacia aquel oriente
que marca tu mirada inconsecuente
y en tus ojos el éxtasis alcanzo
Tú no me quieres, dices no quererme
y huyo del gran dolor que me provocas,
pero al mirarme logras detenerme
y a fuerza de mirarme me trastocas.
Tienes mi corazón rendido, inerme,
y el clamor de tus ojos no revocas.


Soneto II

Agonía

Dices que no me amas y te duele
una posible pérdida inminente,
de este amor que inventé tan tercamente
y que ahora no logro, me consuele.
Antes que tu cariño se congele,
tu corazón de niño se arrepiente
de haberme ilusionado inútilmente
y que hoy mi corazón se te rebele.
De mi mente tu amor jamás se aleja.
Te presiento y te siento cada día.
Si tu paso en mi vida huella deja,
soñaría que fuera una alegría.
Mi corazón se muere en una queja,
mientras a ti te duele mi agonía.


Soneto III

Oración

Una palabra tuya bastaría
para hacerme feliz en esta hora;
la espero con paciencia cada día,
con vehemencia mi razón la implora.
Sueño con que me llames alma mía,
rompiendo tu renuncia abrumadora,
sueño con despertar en otra aurora,
abriendo entre tus brazos otro día.
Pido tu amor, porque sé que lo tienes,
pido tu valentía al enfrentarlo,
pido que en tu sentir te desenfrenes.
Pido que a nuestro amor no le cercenes,
pido que nunca trates de evitarlo,
pido que a este dolor no nos condenes.


Soneto IV

Despedida

Cada lágrima mía habrá engrosado
tu hermoso Paraná cariño mío
y para su caudal no habrá un estío
mientras siga llorándote mi amado.
Ya nunca bogarás sin mi a tu lado.
Ya nunca más será tu mismo río.
De su lecho hasta el último vacío,
cada lágrima mía habrá llenado.
Perdóname si invado así tu calma,
ocupando un espacio en tu recuerdo;
es el mismo que ocupas en mi alma.
Y en ese nostalgiar así me pierdo,
sabiendo que mi amor en ti no empalma;
sólo quiero olvidarte, es lo más cuerdo.

Soneto V

Reniego

Eras tan dulce, cielo, tan sencillo,
tan tibio, tan paciente, tan sereno,
que sin mayor esfuerzo te di en pleno,
mi amor sin murallones de castillo.
Ahora sin quererlo ante ti humillo
mi corazón doliente de amor lleno
que late con firmeza aquí en mi seno,
templándome el dolor con su martillo
Me amaste y me dijiste que me amabas
y mi razón no entiende tus razones
al matar el amor que en ti anidabas.
Hoy sufren nuestros tristes corazones
por tu miedo a tomar lo que te daba
y reniegan de tus abdicaciones.

sábado, julio 07, 2007

Recado para un ranquel...


Para Aldo Díaz... poeta amigo, a quien me une un maravilloso desencuentro en las ideas y una intensa comunión del alma.

Tan sólo un sueño naif

No te pido un poema.
Por favor,
píntame un sueño.
Píntalo con olvido
y un poco de memoria.
Píntalo con caricias,
con susurros.
Píntalo con senderos
Que vayan a la Luna
y con regresos
a casas con macetas
regadas por mi abuela.
Por favor,
Píntame un sueño simple,
Un murmullo de olas
una tarde de martes,
el ruido de la lluvia
mientras camino
de manos en bolsillos
del viejo abrigo negro.
Mis hijos sonriendo,
sentados a la mesa,
El jardín de mi casa florecido.
Píntame un sueño naif,
Por favor te lo pido,
mi alma necesita
un alto en el camino.

jueves, julio 05, 2007

Asoma un duende...


He vuelto a escribir... tan sólo algunas líneas... ancladas, tal vez en el pasado. Pero ya es un avance. ¡He vuelto a tomar la pluma y eso es maravilloso! Amigos, un duende ha asomado: le regalo un poema.





Hubo un tiempo en que los duendes me habitaban

Hubo un tiempo en que los duendes me habitaban.
Entonces, al menor descuido,
yo paría poemas que fluían
del fondo de mi entraña.
Hubo un tiempo en que en cada movimiento
caían semillas de mi cuerpo
y brotaban a mi paso
los bosques, los viñedos, los trigales.
Hubo un tiempo en que mis ojos alumbraban
los rincones oscuros de sótanos helados,
de celdas aterradas, o de largos caminos
en noches inlunadas.
Hubo un tiempo en que desde mis cabellos
refulgentes colores escapaban,
llenando de verdor las pesadillas,
y trazando utopías azuladas
Hubo un tiempo en que al abrir mis manos,
un mundo de texturas lujuriaba
y una alquimia de aromas y sabores
transmutaba cacerolas enlozadas.
Hubo un tiempo en que cada pensamiento
se hacía melodía en mi mirada
y una ronda de niños sorprendidos
tomándolos de a uno, los cantaba.

Hubo un tiempo en que los duendes me habitaban.

martes, junio 26, 2007

Bajo la primavera de un manzano

Hace unos días, en una conversación con un amigo cubano, le contaba que aún no había logrado superar la pena, que tenía una profunda tristeza. Él me respondió, la pena es humana Gina, y la tristeza también, si existe un motivo para ella. Naturalmente en el estado en que me encontraba no me detuve a charlar sobre lingüística, pero las palabras quedaron dando vueltas en mi mente. ¿No son sinónimos acaso? – me pregunté-, y la curiosidad me llevó a consultar el diccionario de la RAE. He aquí los hallazgos para mi significativos de la búsqueda:

pena. (Del lat. poena). Cuidado, aflicción o sentimiento interior grande.
tristeza. (Del lat. tristitĭa). f. Cualidad de triste.
triste. (Del lat. tristis). 1. adj. Afligido, apesadumbrado. 2. adj. De carácter o genio melancólico. 3. adj. Que denota pesadumbre o melancolía. Cara triste.
melancolía. (Del lat. melancholĭa, y este del gr. μελαγχολία, bilis negra). 1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.
pesadumbre. 4. f. Molestia, desazón, padecimiento físico o moral.
desazón. 1. f. Malestar físico vago. 3. f. Disgusto, pesadumbre, inquietud interior.

De acuerdo a esto, parece ser que la pena, por profunda que esta sea, es un estado pasajero, reactivo a una situación determinada. La tristeza, en cambio, es un sentimiento vago y permanente, que queda muy bellamente descrito en la definición que da la RAE a la palabra melancolía: una desazón vaga, profunda, sosegada y permanente, que hace que no se encuentre gusto ni diversión en nada.

A esta tristeza, invitado invasivo y non grato en nuestras vidas, intentó espantar Don Pablo en una combativa y feroz oda que si bien el llamó “a la tristeza”, rigurosamente es “contra la tristeza”. Bajo la primavera de un manzano, hago mi promesa de combate y me uno a la consigna de guerra del poeta: ¡Vade retro tristeza! ¡Aléjate melancolía! ¡pesadumbre, go home!

Oda a la tristeza
Pablo Neruda
Tristeza, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras.
No pasas.
Ándate.
Vuelve
al sur con tu paraguas,
vuelve
al norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victorias.
No puedes.
Aquí no entras.
Sacude tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu mano,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré, tristeza, tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.

domingo, junio 24, 2007

¡¡Auki We Tripantü!! ¡¡Wiñoi Tripantu!!

Solsticio de invierno... un nuevo año comienza.
Lo viejo se renueva. La tierra se prepara para germinar nuevas semillas.
¡Cómo te nececito we tripantü!

We tripantü, en una traducción literal del mapudungún significa "nueva salida del sol". Es el año nuevo. La noche del 23 al 24 de junio es Wetrupantu para los mapuches, Intiraimi para los pueblos andinos y Aringa ora o koro para los rapa nui; es el año nuevo de las culturas indoamericanas y polinésicas. Relacionado con el solsticio de invierno, el año comienza cuando la naturaleza se dispone para su renacimiento, cuando la noche más larga del año, marca el momento en que éstas comienzan a acortarse y aumentan las horas de iluminación en cada día.

¡¡Auki We Tripantü!! ¡¡Wiñoi Tripantu!!
¡¡LLegó el año nuevo!! ¡¡Regresa la salida del sol!!

Caigo de mi alma... y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno...


FATIGA
(Vicente Huidobro)

Marcho día y noche
como un parque desolado.
Marcho día y noche entre esfinges caídas de mis ojos;
miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;
miro el campo herido a grandes gritos,
y el sol en medio del viento.

Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
paso la mano sobre el lomo del viento;
los vientos, que pasan como las semanas;
los vientos y las luces con gestos de fruta y sed de sangre;
las luces, que pasan como los meses;
cuando la noche se apoya sobre las casas,
y el perfume de los claveles gira en torno de su eje.

Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
es la fatiga lejana y la neblina;
caigo como el viento sobre la luz.

Caigo sobre mi alma.
He ahí el pájaro de los milagros;
he ahí los tatuajes de mi castillo;
he ahí mis plumas sobre el mar, que grita adiós.

Caigo de mi alma.
Y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno;
caigo del viento sobre la luz;
caigo de la paloma sobre el viento.


Así, durante tres ya largos años, me he desplazado por senderos inexistentes en parques desolados...
Así se rompe mi alma y sus pedazos caen sobre el invierno, sin hacer ruido, para que nadie escuche.
Así, la fatiga me ha obligado a tomar asiento, en una posición incómoda y dolorosa sobre las duras rocas a un costado del sendero.
Así te entiendo, Huidobro, en este instante y te agradezco la turbia compañía.

sábado, junio 23, 2007

Contemplarse a sí mismo...














PAUSA

De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

Mario Benedetti


Nada es más difícil y temerario, que contemplarse a si mismo. Es un desafío que pocas veces estamos en disposición y en condiciones de enfrentar. Intentaré, desde aquí, realizar esa mirada. Probablemente en un comienzo sólo atisbe, asomándome apenas y dando vistazos breves. Desearía luego, poder hacerlo de manera más constante, sostenida
Cualquier ayuda en la mirada que intento de mi, de mi generación y del mundo en que me ha correspondido vivir, será humilde y sinceramente bienvenida.