Hechizo de estar viva

Me gusta poner flores en jarrones
y cocinar en ollas familiares.
Un buen café y un cigarrillo matutinos.
La Biblia abierta en el cantar de los cantares.
Amo las cartas a punto de ser enviadas
y ansío las a punto de ser recibidas.
Suspiro olor a pasto recién cortado
en la tarde de un sábado.
Añoro los juguetes de madera,
y las muñecas de trapo de mi abuela.
Me aferro a historias
que humedecen mis ojos,
mientras sonrío.
Soy irreverente ante lo que es debido
y reverente ante el amor
(aún mal habido).
Respiro a medio día en las cocinas,
con cierto dejo de lujuria.
Camino bajo la lluvia
con nostalgia de otras lluvias.
Prefiero los planos horizontales,
que invitan a vivir,
como las mesas, las camas
o el suelo en que caminas,
por sobre los planos verticales
como las murallas, rejas o portones,
que encierran, detienen, determinan;
(debo reconocer también
un cierto agrado,
por algunos planos inclinados
que se yerguen con afán de proteger
como las cordilleras y tejados).
De todas las texturas, privilegio la piel;
de las temperaturas, la tibieza;
de las consistencias, la firmeza
(reconozco cierto desliz por la blandura,
especialmente en las caricias).
Adoro las sonrisas
los abrazos apretados,
las miradas fijas.
Extrañaré por siempre
los niños en mi cama
en las mañanas de domingo.
Y pese a mi adicción
por la melancolía,
soy una enamorada empedernida,
subyugada ante el hechizo de estar viva.

miércoles, abril 27, 2011

Preguntas



¿Qué pensará un niño cuando está muriendo de hambre?
¿Qué pensará la muerte de la vida?
¿Qué pensará una mujer cuando la golpean?
¿Qué pensará una lágrima cuando cae?
¿Qué pensará el que está a mi lado?
¿Qué pensarán los muertos en las tumbas? ¿Tendrán frío? ¿O quizás hambre?
¿Qué pensará tu vestido del mío?
¿Qué pensará la cámara de un pedófilo?
¿Qué pensará un cura cuando viola a un niño? ¿Pensará en Dios?
A las piernas de las prostitutas ¿Les gustará enrollarse con cualquier pierna que le pague?
¿Qué pensará la injusticia de todos nosotros?
¿Qué pensará la guerra de la paz?
¿Qué pensará la Coca-Cola del comunismo?
¿Qué pensará un revolucionario cuando la revolución es amarrada, torturada y olvidada?
¿Qué pensará la democracia de los políticos?
¿Qué pensará el derecho a la vida de los asesinos cotidianos?
¿Qué pensará el conformismo de un mundo nuevo?
¿Qué pensará la hermandad de la sociedad?
¿Qué pensarán el egoísmo y la codicia?
¿Qué pensará la tierra del ser humano?
¿Qué pensará el sol cada mañana cuando sale a trabajar?
¿Qué pensará el viento de los pájaros?
¿Estará la lluvia triste, el sol cansado y el mar furioso? Y la tierra… ¿Cómo estará?
¿Qué pensarán las estrellas, allá tan lejos?
Si las uñas de los pies no conocen los pelos de la cabeza, cuando piensan en ellos ¿Serán sólo prejuicios?
¿Qué pensarán los piojos, caminado por la cabeza?
¿Qué pensará la guitarra cuando canta?
¿Qué pensará un pensamiento cuando lo piensan?
¿Qué pensará Juan Pérez?
¿Qué pensará el piano de John Lenon del micrófono de Daddy Yankee?
¿Qué pensarán los dedos cuando tocan las teclas del piano?
¿Qué pensarán las palabras cuando bailan?
¿Qué pensará el lápiz que sostengo?
¿Qué pensarán las toallas de los secadores de pelo?
La pasta de dientes y el cepillo ¿Serán amigos?
¿Qué pensará la radio de la música? ¿Le gustará escucharla?
¿Qué pensará la risa del olvido?
¿A quién odia tanto el odio?
¿La pena se llevará mal con las lágrimas? ¿Por qué saltan lejos cada vez que ella quiere?


Paloma (16 años)

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