Hechizo de estar viva

Me gusta poner flores en jarrones
y cocinar en ollas familiares.
Un buen café y un cigarrillo matutinos.
La Biblia abierta en el cantar de los cantares.
Amo las cartas a punto de ser enviadas
y ansío las a punto de ser recibidas.
Suspiro olor a pasto recién cortado
en la tarde de un sábado.
Añoro los juguetes de madera,
y las muñecas de trapo de mi abuela.
Me aferro a historias
que humedecen mis ojos,
mientras sonrío.
Soy irreverente ante lo que es debido
y reverente ante el amor
(aún mal habido).
Respiro a medio día en las cocinas,
con cierto dejo de lujuria.
Camino bajo la lluvia
con nostalgia de otras lluvias.
Prefiero los planos horizontales,
que invitan a vivir,
como las mesas, las camas
o el suelo en que caminas,
por sobre los planos verticales
como las murallas, rejas o portones,
que encierran, detienen, determinan;
(debo reconocer también
un cierto agrado,
por algunos planos inclinados
que se yerguen con afán de proteger
como las cordilleras y tejados).
De todas las texturas, privilegio la piel;
de las temperaturas, la tibieza;
de las consistencias, la firmeza
(reconozco cierto desliz por la blandura,
especialmente en las caricias).
Adoro las sonrisas
los abrazos apretados,
las miradas fijas.
Extrañaré por siempre
los niños en mi cama
en las mañanas de domingo.
Y pese a mi adicción
por la melancolía,
soy una enamorada empedernida,
subyugada ante el hechizo de estar viva.

sábado, abril 30, 2011

Recado para un Ranquel...

Para Aldo Díaz... poeta amigo, a quien me une un maravilloso desencuentro en las ideas y una intensa comunión del alma.

Tan sólo un sueño naif

No te pido un poema.
Por favor,
píntame un sueño.
Píntalo con olvido
y un poco de memoria.
Píntalo con caricias,
con susurros.
Píntalo con senderos
Que vayan a la Luna
y con regresos
a casas con macetas
regadas por mi abuela.
Por favor,
Píntame un sueño simple,
Un murmullo de olas
una tarde de martes,
el ruido de la lluvia
mientras camino
de manos en bolsillos
del viejo abrigo negro.
Mis hijos sonriendo,
sentados a la mesa,
El jardín de mi casa florecido.
Píntame un sueño naif,
Por favor te lo pido,
mi alma necesita
un alto en el camino.



Laura

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